El último sistema operativo de Microsoft, Windows 10, ya está en el segundo lugar de la lista de los sistemas más utilizados, por detrás de uno de sus predecesores, el Windows 7; según datos de StatCounter.
¿Cómo ha ocurrido esto? Muy sencillo, la estrategia de Microsoft ha sido extremadamente efectiva.
Los usuarios de las versiones anteriores de Windows podrán actualizar sus sistemas de forma totalmente gratuita hasta julio de este año. Es más, uno de los requisitos que no es necesario cumplir para que la actualización se instale es la autenticidad del sistema instalado previamente: usuarios que tengan en sus equipos versiones no originales de Windows 7 y Windows 8.1 verán que, si su ordenador es compatible, el propio sistema ofrecerá la posibilidad de actualizarse a la última versión.
Es gratis pero ¿es conveniente actualizarse a Windows 10?
La respuesta es que sÃ. Máxime si estamos en el último caso que hemos comentado.
Instalar y utilizar software no original nos expone a numerosos riesgos. La condición de pirata del software hace que desconozcamos el origen del mismo, facilita que alguna vulnerabilidad no sea corregida mediante la correspondiente actualización (suelen estar desactivadas para que el software no se bloquee) y no tenemos ningún control sobre posible malware incluido en el paquete de instalación.
Microsoft ha desplegado la estrategia de «regalar» su nueva versión Windows 10 para facilitar la  penetración en mercados como el asiático, donde la inmensa  mayorÃa de los sistemas instalados no son originales.
No hay disculpa para rechazar la actualización, siempre que nuestro equipo cumpla los requisitos mÃnimos para poder mover el nuevo sistema con agilidad. Las especificaciones técnicas están publicadas por el fabricante en la web oficial. Si tu equipo se ajusta al mÃnimo requerido, podrás utilizar el nuevo sistema, pero quizá vaya un poco «pesado».